Publicado en El Mundo de Castilla y León por Leonardo de la Fuente
Los galgueros federados comenzarán el próximo domingo día 12 su andadura clasificatoria regional para la fase final del LXXIV campeonato de España de galgos en campo que, en enero de 2009 se celebrará en Azuaga, Badajoz.
El panorama para los 107 clubes galgueros federados de Castilla y León que aglutinan en sus filas a casi 5.000 galgueros, no es nada halagüeño, es más, pintan bastos para los aficionados regionales que, a fecha de hoy, no tienen un lugar asignado para disputar las fases finales regionales, y lo que es peor aún, tampoco tienen en sus cotos a la principal protagonista y rival antagónico de sus galgos.
“ No hay liebres en la comunidad. Han muerto por cientos y nos encontramos ante un año tan negro para la especie que nos estamos planteando la posibilidad de celebrar por primera vez en la historia nuestro campeonato regional en cotos de la comunidad de Madrid. Aquí va a ser imposible, no tenemos liebres y son muchos los cotos y clubes federados los que no van a salir a cazar pasado mañana los escasísimos ejemplares que aún les quedan en sus cotos.” señaló a EL MUNDO, muy disgustado, el presidente de la Federación de Galgos de Castilla y León, el medinense Jesús Robles.
A pesar de que el año para la cría de la rabona sí ha sido bueno, desde la territorial se tiene muy claro por qué no hay liebres este año en los cotos castellano y leoneses.
“La liebre, en algunos cotos de la comunidad, como en la práctica totalidad de los acotados de Tierra de Campos, está prácticamente aniquilada y al borde de la extinción y lo achacamos, casi exclusivamente, a los venenos que se han empleado a lo largo de la primavera para combatir a los topillos. Es más, las poquísimas liebres que se ven en estos cotos - según el dirigente federativo-, han quedado seriamente dañadas. No sabemos qué hacer y cómo se va a desarrollar la temporada pero son muchos los cotos de zonas eminentemente galgueras los que se plantean no cazar la liebre esta temporada, sencillamente porque en Castilla y León no hay ejemplares y los pocos existentes es mejor cuidarlos. En la zona de Medina del Campo, o en Carpio e incluso en zonas aledañas a Madrigal de las Altas Torres, o en Cantalapiedra, en el corazón galguero de la región, no hay ni cuatro liebres. Es imposible que hayan subsistido en lugares donde se repartió en primavera clorofacinona para los topillos a paladas, precisamente cuando ya no había apenas roedores.” señala Jesús Robles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario