Fotografía de Rebeca Serna.
La Guardia Civil asestó ayer un duro golpe al robo de galgos en Castilla-La Mancha al iniciar una macrooperación contra una red de sustracción y compra y venta de lebreles. En el primer día de actuaciones, efectivos de la Benemérita efectuaron el registro de varios inmuebles, tras los cuales detuvieron a varias personas y se incautaron de más de un centenar de galgos en el término municipal de la capital.
En la operación, llevada a cabo sobre las nueve de la mañana, se desplegó un amplio contingente de la Guardia Civil desde el polígono industrial de Campollano, en el que participaron unidades procedentes de Valencia y Madrid -miembros del Seprona, de la sección de antidisturbios y de la policía judicial-. Los efectivos registraron varios inmuebles de los barrios de La Milagrosa y San Pablo, de la calle San Antonio, además de varias propiedades del extrarradio de la ciudad, donde encontraron más de un centenar de galgos, cuya procedencia no pudieron precisar sus actuales y supuestos propietarios. También se realizaron operaciones similares, aunque de menor escala, en localidades de las provincias de Ciudad Real y Toledo.
Hasta el momento no hay datos oficiales de la operación, ya que la Subdelegación del Gobierno de Albacete, al estar el operativo todavía abierto, no facilitó ningún tipo de información. Además, el juez que dirige el dispositivo ha decretado el secreto sumarial, por lo que no trascendió dato alguno.
Mientras que las personas detenidas fueron trasladadas en un furgón de la Guardia Civil, los galgos incautados, una vez reseñados, eran introducidos en furgonetas de alquiler para su reubicación en un lugar que se desconoce para evitar que sean robados de nuevo.
La operación continuará en los próximos días y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones e incautaciones de más galgos.
Según ha podido conocer La Tribuna de Albacete, alrededor de la banda organizada para el robo y posterior venta de lebreles, pueden haber hallado indicios de otros hechos delictivos, pero todavía no ha trascendido ningún dato sobre este extremo.
La Guardia Civil trasladó a los detenidos a las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional de Albacete, donde, al cierre de esta edición, se les estaba tomando la respectiva declaración, mientras que casi un centenar de familiares esperaba en la puerta del edificio la decisión del juez sobre su puesta en libertad o su ingreso en prisión.
Algunos detenidos tienen ya antecedentes por caza furtiva con galgos e, incluso, varios procesos judiciales abiertos y aún sin resolver.
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