Las fotografías pertenecen a Clavijo en el Campeonato de España.
Las operaciones contra el robo de galgos ha hecho que dos galgos, ya convertidos en sementales, se hayan hecho los lebreles más famosos en la España galguera. Se trata de Harry y Clavijo. Los efectivos del Seprona de la Guardia Civil que han efectuado las dos operaciones denominaron a los operativos con el nombre de estos dos perros.
Tanto Harry como Clavijo fueron relativamente conocidos en sus regiones debido a las facultades que demostraron en las competiciones oficiales en campo abierto. Sin embargo, cuando se alejaron de los campeonatos volvieron a caer casi en el anonimato. Harry es el perro más veterano. Su dueño, que reside en una pequeña localidad de la provincia de Segovia, lo presentó hace unos años en la fase previa de Castilla y León del Campeonato de España de Galgos en Campo. El perro barcino pasó alguna eliminatoria, pero cayó descalificado, tras dos amonestaciones por sucio, con el consiguiente enfado de sus propietarios. Harry demostró tener muchos pies y ser un perro muy poderoso cuando se ponía en liebre, lo que no pasó desapercibido a casi nadie. Desde entonces, Harry cubrió a muchas hembras hasta que un día, unos desconocidos lo robaron del corral en el que había vivido toda su vida. El Seprona lo recuperó en una vaquería de Albacete el pasado mes de febrero, junto a una hermana. Ahora descansa ya en su hogar de Segovia.
Si la historia de Harry es curiosa, no lo es menos la de Clavijo, un galgo que participó en el último Campeonato de España de Galgos en Campo, Copa de S.M. el Rey, disputado en la localidad salmantina de Cantalapiedra. Clavijo, procedente de Morales del Vino, Zamora, eliminó a Comisaria y a Capote, ambos representantes de Toledo. En semifinales, contra la sevillana Bartola, fue descalificado por los jueces. De nuevo, las facultades del galgo condenaron a Clavijo a un robo y una desaparición que esta vez y gracias a la actuación del Seprona ha quedado en temporal. Ahora volverá a un relativo anonimato y esperemos que una vida placentera hasta el final de sus días.
Son las historias de dos galgos que han alcanzado la notoriedad pública gracias a ser los protagonistas de las dos operaciones contra el robo de galgos llevadas a cabo por el Seprona de la Guardia Civil. Gracias a estos dos galgos, muchos otros han sido recuperados y volverán a las manos de sus propietarios originarios o serán adoptados por nuevos dueños que les darán todos los cuidados que necesiten, ya sea para una vida activa en pos de las liebres o a miles de kilómetros en el sofá de un hogar. Que así sea.
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