Concluyeron los octavos de final del LXXI Campeonato de España de Galgos en Campo, Copa de S.M. el Rey, marcados por las inclemencias meteorológicas y la flojedad de las liebres que se corrieron en el cazadero de la localidad pacense de Azuaga.
El estado del terreno fue muy malo, ya que el corredero de La Pipa es una zona pantanosa, lo que unido al agua retenida de las últimas lluvias y la nieve caída en el primer día de los octavos hicieron que el terreno estuviera demasiado blando. Hay unos 30 centímetros de barro blando, hasta que galgueros y caballos encuentran tierra firme.
Al estar el terreno en estas condiciones, las liebres no pueden estirarse y no andan cuando saltan de la cama. Un hecho relevante es que todas las liebres que se corrieron en los octavos fueron atrapadas por los galgos y sólo dos carreras superaron el minuto y medio de tiempo.
En cuanto a la organización, todo resultó perfecto, salvo que faltan galgueros de a pie en la mano, siendo la mayoría caballistas, lo que provoca que se imponga un ritmo endiablado en la mano.
Pero lo que han dejado claro los octavos de final es que Torera, de Albacete -una de las favoritas para los lectores de Galgos-, y Reata, de Toledo, se han colocado como grandes favoritas para el triunfo final. Mientras que Torera demostró en sus dos carreras válidas ante Liria, de Cádiz, que es una perra de poder capaz de alcanzar a la liebre y pasar de nuevo a su contrincante para irse a por la rabona, Reata, de Toledo, se mostró intratable en liebres minuteras y regatonas, que son las que abundan hasta ahora en la competición.
Collera Torera, de Toledo, y Liria, de Cádiz.
Divina, de Sevilla, puede ser la gran tapada en los cuartos de final, ya que en su collera con Princesa, de Zamora, corrió sin romper a la liebre, pero, una vez que ponía con la rabona en el morro, no dejaba a la contrincante ponerse en liebre, por lo que va puntuando continuamente. En los cuartos de final, el sorteo ha deparado una collera muy interesante, ya que será un choque de magníficos preparadores como son José Montes, por Divina, de Toledo, y José Enrique Martínez, por Divina, de Sevilla.
Divina, de Sevilla, y Princesa, de Zamora.
Águeda, de Madrid, es una buena perra, pero está demasiado tocada, por lo que en los octavos de final tuvo dos avisos de amonestación -en cada carrera válida un juez le sacó los pañuelos de amonestación- y a buen seguro que eso pesará en los cuartos de final.
Cubana, de Toledo, y Águeda, de Madrid.
El local Salao, la sevillana Mananina y la toledana Bandera parecen los galgos más flojos de los cuartos de final, pero nunca se sabe y donde menos se espera salta la sorpresa.
Salao, de Badajoz.
Campera, de Segovia, y Mananina, de Sevilla.
Picona, de Madrid, y Divina, de Toledo.
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