La semana pasada se mantuvo una reunión en Valladolid entre los responsables de la Plataforma Recuperar la Liebre -encabezada por sus coordinadores-, con los responsables de la Consejería de Medio Ambiente, entre los que destacaba la consejera, María Jesús Ruiz, y el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz.
La reunión no pasará a la historia como de las más fructíferas pues, más bien al contrario, fue calificada desde la Plataforma como “desilusionante”.
El diario EL MUNDO ha podido saber que, además de las “líneas maestras” trazadas por la Consejería y que fueron expuestas a los asistentes a la reunión, éstas fueron rechazadas por una parte de los mismos, anunciando la Consejería que serán tratadas debidamente en una sesión extraordinaria del Consejo Regional de Caza. Hubo momentos muy tensos en la reunión por parte de los miembros de la Plataforma, que incluso llegaron a quitarse la palabra unos a otros y que llegaron a mostrar casi el menosprecio hacia la vicepresidenta de la Junta, que bastante hizo con capear el temporal sin levantarse de la mesa de negociaciones.
“Por mal camino no se puede llegar a buen pueblo”, señaló uno de los asistentes nada más concluir este primer encuentro al que, curiosamente, no acudió -porque fue “desinvitada” por la Plataforma la noche anterior a este encuentro-, la Federación de Galgos de Castilla y León.
La Junta presentó una serie de medidas encaminadas a recuperar en un futuro la liebre en aquellos lugares donde la población de rabonas ha decrecido.
Entre las medidas propuestas se encuentra la identificación de posible factores limitantes, que pasarán por el establecimiento de líneas de investigación en colaboración con universidades, federaciones y titulares de cotos que permitan determinar la incidencia de los diferentes factores condicionantes en la evolución de las poblaciones; incrementar y priorizar las líneas de ayuda de la Consejería de Medio Ambiente para la mejora del hábitat de la caza menor, dotándola de 1.450.000 euros (el pasado año la cantidad total destinada fue de 1.150.000 euros); elaborar un Manual de Mejora del Hábitat de la liebre y de la caza menor en general; elaborar una guía que permita optimizar las medidas para la mejora del hábitat realizadas por los titulares de los cotos privados; agilizar los trámites y concesión de permisos de control de depredadores, especialmente de zorros; seguir realizando y aumentar los censos, contando con la colaboración de la Federación Regional de Caza de Castilla y León y de la Federación de Galgos de Castilla y León; continuar con el seguimiento sanitario establecido en el Programa de Vigilancia Epidemiológica de Fauna Silvestre; aumentar la colaboración con gestores, cazadores y guardas privados de campo a fin de detectar lo más rápidamente posible las patologías de la liebre. Igualmente se propuso, analizar la viabilidad de eliminar los obstáculos legales a las traslocaciones de liebre: elaborar, conjuntamente con la Consejería de Agricultura y Ganadería, un protocolo de requisitos de sanidad animal y genéticos que regule el movimiento de animales; aumentar la vigilancia y el control por parte de la Administración, con la colaboración de gestores y cazadores, de las posibles introducciones y sueltas ilegales de liebre; organizar jornadas sobre la gestión de las liebres; y elaborar a medio plazo una línea de ayudas para Gestión Sostenible de la Caza dotándola de un millón de euros.
Sobre el tema de las repoblaciones y traslocaciones, la Consejería, al margen de comprometerse a estudiar los posibles cambios normativos que pudiesen hacerse con el fin de que éstas acciones resultasen legales, recordó a los convocados que la liebre en Castilla y León no es actualmente comercializable, catalogación que responde a los posibles riesgos que para la salud humana puede suponer el libre movimiento de estos animales.
Publicado por Leonardo de la Fuente en El Mundo de Castilla y León.
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